jueves, 18 de diciembre de 2014

25 Aniversario "El Señor de los Dadillos"

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Y seguimos compartiendo concursos, esta vez el de la asociación que está moviendo el taller literario. El Señor de los Dadillos.




¡Saludos!

Con motivo de conocer a los grandes artistas literarios que nos rodean, este año hemos decidido convocar el <<XXV concurso literario “El señor de los Dadillos”>>, con el tema “Realidades Alternativas”. Queremos con ello establecer un marco para que la gente plasme sus relatos y premiarles con ello.

Organiza:


 Asociación cultural: “El señor de los Dadillos”

Colabora:


“Investigadores Sociales Universitarios” (BlogFacebook)


¿Por qué el tema escogido?

El tema escogido ha sido propuesto y votado entre varios temas escogidos en la asociación.



Bases del XXV Concurso Literario “El Señor de los Dadillos”
1) Pueden concursar cualquier persona mayor de 18 años.

2) Se presentarán relatos inéditos centrados en el tema “REALIDADES ALTERNATIVAS”.

3) La extensión máxima será de 1500 palabras, con letra Times New Roman a 12, Interlineado a 1,5 y márgenes estándares.

4) Se entregará una copia escrita, que vendrá en el interior de un sobre que se depositará en el buzón de correos de “El Señor de los Dadillos” (Buzón nº 15 se lee ELSD en azul), al lado de conserjería de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM. También se puede enviar con las mismas condiciones a la dirección física:

El Señor de los Dadillos
Buzón 15
Campus de Somosaguas
28223 - POZUELO DE ALARCÓN (MADRID)

5) Para garantizar la imparcialidad del jurado, el sobre donde vaya incluido el relato no podrá tener nada más escrito que “XXV Concurso Literario”; dentro del sobre, un segundo sobre sellado incluirá el título del relato, nombre del autor, el DNI y un email de contacto.

6) Habrá una única categoría de premios, que consistirán en un lote de libros para el ganador. La asociación puede crear una segunda categoría si lo ve necesario. Además la Asociación “Investigadores Sociales Unidos” (ISU) publicará el relato ganador en el siguiente número tras la valoración de los relatos, de su revista“Repensando”

7) Los criterios de evaluación que se tendrán en consideración son: a) que la temática se ajuste a la descrita para el concurso; b) la buena narración; c) lo interesante, original y bien planteado de la historia narrada; d) la expresión correcta y clara, y la ausencia de errores sintácticos y gramáticos.

8) El jurado estará compuesto por un grupo mínimo de tres socios de “El Señor de los Dadillos”, ninguno de los cuales puede participar como autor en el concurso ni conocer los relatos/autores de los mismos de antemano.

9) No se admitirá más de un trabajo por persona.

10) El plazo de inscripción termina el 15 DE FEBRERO DE 2015.


¡Mucha suerte y que gane el mejor!

martes, 16 de diciembre de 2014

VII Edición del Concurso de Relato Corto de Terror Fantasía y CIencia Ficción

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El otro día en el taller no pasaron este concurso realizado por algunas asociaciones vecinas de la Universidad, estos días iremos subiendo más concursos interesantes.


Bases del Concurso 2014-2015

1.       Podrá participar en el concurso de relatos, de forma totalmente gratuita, cualquier alumno de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Politécnica de Madrid. Así como cualquier miembro numerario de las asociaciones organizadoras y estudianty estudiane universitario. Se exceptúan los miembros del jurado y los encargados de la gestión de los relatos.
2.       Cada participante podrá presentar un relato. Este relato deberá ser inédito y en español. Su temática deberá incluirse en los subgéneros de fantasía, terror o ciencia ficción. La extensión del relato será de entre 1 y 10 páginas, con tamaño de letra 12, tipo de letra Calibri y sin interlineado especial, para unificar los formatos de cara al número de páginas. Los formatos de documentos admitidos son: DOC, DOCX, ODT, RTF o PDF. Los relatos que no cumplan con el límite de extensión serán excluidos del concurso.
3.       Los relatos se enviarán a través del apartado “Subir relato” habilitado en la página web del concurso: concursorelatosftc.es. El archivo enviado no podrá estar firmado, ni por el nombre ni por ningún tipo de pseudónimo. En caso de que su relato sea uno de los premiados deberá acreditar su condición de alumno a través del resguardo de la matrícula de este curso académico en alguna de las asociaciones organizadoras. En el supuesto de que el premiado sea miembro numerario de alguna de las asociaciones organizadoras, también deberá acreditar dicha condición de socio.
4.       El plazo de entrega de relatos finalizará el día 13 de marzo de 2015.
5.       El jurado estará formado por miembros de todas las asociaciones participantes, así como de miembros de PAS y PDI colaboradores en la organización del concurso.
6.       El fallo del jurado se hará público el día 17 de abril de 2015. Dicho fallo se expondrá en la página web oficial del concurso, así como a través de distintas redes sociales. También se le comunicará a los ganadores a través de un correo electrónico a la cuenta que faciliten a la hora de enviar el relato.
7.       La entrega de premios tendrá lugar en la V Semana Complutense de las Letras. Desde la publicación de los ganadores hasta el día señalado para la entrega, se podrá certificar la condición de alumno o miembro numerario en cualquiera de las asociaciones organizadoras.
8.       Los premios están aún por confirmar. Serán publicados en la página oficial del concurso y a través del resto de redes sociales.
9.       Los organizadores se reservarán el derecho a publicar los relatos premiados, o parte de ellos, siempre comprometiéndose a no utilizarlos con ánimo de lucro y siempre acompañándolos del nombre del autor.

10.   La participación en este concurso supone la plena aceptación de estas bases. El incumplimiento conllevará la descalificación del mismo. 

Confidente

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

Palabra: Confidente

Oración: Amigo sincero para lo bueno y lo malo

Párrafo:

El objeto sobre el que hablo a continuación llegó a mi vida un día cualquiera del verano pasado. Lo más probable es que todos y cada uno de vosotros tenga algún ejemplar en su casa. Si no es así, no hay de que preocuparse, cualquier humano que lo desee puede tener, al igual que yo, este objeto/confidente en su hogar y os garantizo que nunca le mentirá: No importa como de bella o cruel sea la realidad que le rodee, ésta le será mostrada sin artificio alguno.

Es importante saber que aunque el envoltorio de estos amigos puede ser muy variopinto: redondo, de metal, de madera, ovalado... la esencia es siempre la misma; sinceridad en estado puro.


Conocido y admirado desde antiguo, llegó a ser fiel consejero de una malvada reina de cuento de hadas. Quizá ya sepáis cual es el objeto misterioso, si no es así os daré una última pista definitiva: en cierta historia, escrita por un pederasta, su protagonista Alicia lo atravesó.

Paz Salas

Reflejo

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

    
1.       Reflejo
2.       Barrera que une dos mundos
3.       Viendo este objeto me vienen a la mente algunas divagaciones, pensamientos y abstracciones que intentan definir una realidad indefinible: barrera entre dos mundos, barreras que unen, barreras que separan, mundos  oscuros de mundos luminosos. Espejo de mil reflejos,  reflejo de libertad que muestran el tiempo, el  tiempo corriente, el tiempo estancado. Ojos de realidades infinitas, realidades abstractas realidades concretas. Imagen del ocaso que crea oscuridad, fuente de sombras aliadas del miedo, reflejo de una brillante luna. Heraldo del alba que atrae la luminosidad, fuente de luz, baluarte de la esperanza, reflejo del sol. Fuente indiscreta de historias pasadas, de historias futuras de historias contadas. Pero ¿cómo podemos definir la totalidad de las evocaciones que nos crea un objeto únicamente describiendo su estado físico? No es más que una oquedad  en un muro, una oquedad que separa el exterior del interior, que deja de un lado la luz y del otro la oscuridad, pero aun así las conecta. Es una oquedad en la que todo se refleja, puede reflejar mil mundos de mil maneras o bien reflejar un mundo perpetuo de infinita permanencia. Este objeto al igual que las realidades que deja vislumbrar no tiene una forma concreta, pero lo que si tiene es una imagen concreta y universal en la mente humana, es un hueco cuadrado en una pared. Es una ventana. 

STITCH

Libertad

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

Libertad.

Mi único y siempre fiel amor.

Siento el viento azotar mi faz y cierro los ojos. Acaricio sus facciones, palpo los quistes de la madera, los desconchones en el barniz antaño lacado. Es sencillo retornar a aquel momento de fusión entre hombre y máquina, a aquel matrimonio ad mortem que acepté al firmar las patentes de la reina. Acababa de echar a nadar y olía a nuevo, a libertad, a botines, a tierras exóticas. Cada cicatriz que luce es símbolo de una batalla, cuenta la historia de una victoria, de un tesoro, de una hazaña en nombre de la reina y de sí mismo. La superficie por donde el mar ha sido más bravo está recubierta de pequeños moluscos, testigos, a veces cómplices, de los entuertos de este viejo marinero. Sus ropajes aún se contonean con la brisa, a pesar de que no luzcan el mismo blanco que el día que nos conocimos, y sufran algún que otro descosido. Y su estela… aún sigue siendo inigualable cuando el mascarón se encara al horizonte.
                         
                          Cuando sufro de melancolía me refugio en sus entrañas, huyendo de la ebullición y el trasiego de los hombres. Me concentro en el aullido del mar cuando cierro los ojos. Y casi lo oigo respirar. Noto su balanceo, soy consciente del mecer de las olas acariciándole el vientre, del silbar del viento en el camarote allá donde hicieron mella los trabucos. Conozco de sobra el ventanuco que trastabilla y sabría encontrar a oscuras, sin la luz de las candelas, la tabla que baila en la bodega.


                          Sé, y sé que también esta preciosidad lo sabe, que si algún día se hunde, se irá conmigo.

Black Maiden

Monstruo.

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano

Monstruo.

Sumidero de ilusiones, desilusiones, recuerdos y facturas.

Un metro y medio de metal pintado de amarillo, anclado al suelo de la calle muestra pintadas en azul una corneta, y una corona real. Le podemos encontrar normalmente por los sitios que la gente más frecuenta, a la vista de todos y al resguardo de su discreción. Parecido, realmente, a una seta nacida de los adoquines al servicio de todos, dotada con una gran boca rectangular por la que introducir sueños y misivas; funciona como una catapulta de mensajes buenos y malos hacia otras tierras lejanas.

Un hombre, complemento circunstancial de aquel día, cruza por delante, le da de comer y continúa su travesía sin percatarse en él, gentil funcionario.

Los días de lluvia, nieve o heladas no se mueve de su guardia, sino que permanece firme, con la boca abierta como siempre, pues nunca sabe cuándo van a necesitar de sus servicios los ciudadanos, o cuándo alguno de sus amos, de los de gorra y saco, va a decidir acudir a él y descubrir todo lo que guarda. No es una vida fácil, pero le conforta pensar en toda la gente a la que está haciendo feliz cada día, en toda la gente a la que une su labor, en todos los amores que hace posible y en todo lo bueno que transmite la poca gente que sigue acordándose de él.


Ese buzón de la esquina.

Elllolol

lunes, 15 de diciembre de 2014

Compañera fiel

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

Curvilínea.

Quita y a la vez da el habla.

Tiene tapa de pino, una caja de resonancia, seis cuerdas que cubren un largo mástil, dividido en trastes, y un mecanismo electrónico en su interior. Es del color de la madre de pino, ligeramente más oscura en los lados, y al final del cuerpo hay una pieza metálica que sobresale. Su suavidad y su belleza hacen que la cojas delicadamente, con la delicadeza con la que se lava una virgen. Su sonido puede llegar a cualquier parte, sobre todo al corazón. Tiene el poder de cambiar las emociones, de modificar tu forma de pensar, tu visión de la vida, de la realidad. Sus curvas hacen que se adapte perfectamente a mi cuerpo, como si fuese ese accesorio soñado con el que nací, pero me tuvieron que separar de él, y ahora por fin volvemos a estar juntos. Ella está ahí siempre, tanto en los buenos momentos como en los malos, como aquel amigo inseparable que siempre está para escuchare, para atenderte, incluso cuando ves que todo el mundo te ha dado la espalda. Ella siempre está dispuesta, con sus notas, a calmar mi corazón, a veces desesperado y solitario. Al principio me hacía un poco de daño, mas con el tiempo ambos llegamos a ser uno. Refleja el sentimiento de mi alma, mis sueños, aquel anhelo de ser mejor en todos los sentidos. Espero que dures eternamente.


Mi guitarra.

Aitor

Vergüenza

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

Vergüenza

La máscara con la que prostituyo mis ideales

El azul turquesa de su superficie planchada rasga mi corazón cada vez que la toco. La miro y siento repugnancia de mí mismo al recordar que me disfraza cada fin de semana con su color y transforma mi pensamiento y mi dedicación en basura. Es el eje del alienamiento, que hace postrarse hasta al más brabucón, por una mísera recompensa.

Cada día que pasa aborrezco más los paseos bajo ella y las palabras insulsas que surgen de mis labios sin que yo quiera darme cuenta. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Me pregunto, para luego responderme: ¿Qué otra cosa puedo hacer? Y sigo caminando, paseándome alegremente por las mesas ocultando mi frustración, olvidándola.

Me fundo con la gente, sus sonrisas complacientes y su falsa amabilidad. Participo en ese circo en el que cada personaje tiene un guion que no debe saltarse ya que acechando, en las sombras, hay un poderoso látigo que resuena tan sólo para nuestros oídos. Las sonrisas postizas no entienden ese sonido, no lo reconocen ni quieren hacerlo: tan sólo somos autómatas que servimos bajo el mismo color turquesa.

En el pecho, un logo colorido, una efigie capitalista a la que rezar por el pan que me ofrece al final del mes. Símbolo de la diferencia que hay entre ellos y nosotros. El servido y el siervo. El cliente y el esclavo. Un abismo separa nuestras miradas cuando, con disimulada repugnancia, atiendo a sus absurdas demandas. Esta imagen en mi pecho me convierte en parte del mobiliario, en un autómata que, a ojos de esas personas que exigen elitismos, carece de subjetividad y vida más allá de esa ropa.
Al abrocharme sus botones me sumerjo en el drama camuflado de comedia en el que me obligo a representar un dócil trabajador que se desvive por complacer al cliente. Pero, vaya por Dios, actúo mal. Se dan cuenta de mi desprecio hacia su forma de vida, de mi frustración al ver que viene más gente a consumir porquería que a manifestarse por sus derechos, reconocen en mis ojos la furia que provoca su pasividad y su contribución amodorrada a un sistema que ahoga a las trabajadoras y trabajadores, esclavos de sus deseos. Y claro, sus cejas se fruncen y sus labios se aprietan, sus narices parecen captar un olor que no toleran: el olor de una realidad desigual e injusta, que hace ver que de su mano, señalando platos en la carta, pende una fuerte cadena hasta mi cuello.

Las ideas de sindicalismo y acción colectiva entre las que me muevo en clase, se difuminan cuando camino con esa camisa. Toda la fe en el cambio de la sociedad, todas las ganas de luchar por lo que creo, dejan de revolotear y caen a mis pies, agonizantes por lo absurdo de mi situación. Ya no soy un revolucionario, ni pretendo serlo. Ya no soy siquiera un estudiante. Tan sólo soy un payaso más con una camisa blanca y azul.


Camisa de trabajo.

Montag

Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

DESCRIPCIONES OBJETIVAS Y SUBJETIVAS
EN UNA PALABRA, UNA FRASE, UN PÁRRAFO

SUBJETIVAS

Acólito

Una indispensable dependencia

Todo lo demás se ausenta cuando él despierta. Es difícil mirar hacia otro lado, porque mientras lo miro todo parece interesante, oscureciéndose el resto. Casi imposible no escucharlo cuando habla porque, como un canto de sirena, siempre tiene algo agradable que contarme. El contacto con él es tan habitual que a veces pienso que es una extensión mía, haciendo más largos mis dedos y más anchas las palmas de mis manos. Fuera... ausencia.

Pese a su nombre, parece haber decidido no ocupar otro espacio, aferrarse como si estuviera hipotecado con este lugar, su lugar. Su férreo sedentarismo es contagioso y se acompaña de una inquebrantable seguridad. Siempre está ahí, a cualquier hora, aunque fuera haga un tiempo veraniego y lo que más apetezca sea salir a disfrutarlo.

Le confié muchos de mis recuerdos y él los conserva intactos, mucho mejor que yo, que los habría intoxicado de nostalgia y afectos. Subsana mis errores con discreción, con una facilidad que a veces me asusta, y es que ha llegado el punto en el que me cuesta manejar la vida sin él.

Y es que a veces, y solo a veces, toma conciencia y se dedica tiempo a sí mismo, a la introspección. Evita comunicarse con el mundo, conmigo. Da igual cuánto le pida, cuán retorcidas contingencias intente aplicar en él... simplemente a veces es él quien decide. Y entonces me doy cuenta del vacío que deja, de la enorme parte de mí que ha absorbido, de lo solitario e inútil que me siento sin él. Y deambulo en el oscuro, en el silencio, en mis pequeñas manos. Sólo me quedo rodeado de ausencia, junto a él, junto a su lugar.

OBJETIVAS

Útil

Una herramienta de trabajo

Hablamos de un aparato compuesto de un cuerpo principal y varios accesorios periféricos indispensables para su correcto funcionamiento. Sobre el primero debo decir que, a su vez, posee dos elementos conectados a través de varios ensamblajes que permiten la comunicación entre ellos: una parte se muestra como más compleja a simple vista, puesto que está compuesta de un gran número de elementos mecánicos muy similares y próximos entre sí, necesariamente activados por la aplicación de presión. El otro elemento, sin embargo, se encarga de procesos simbólicos automáticos que se nos muestran a través de códigos visuales que nos hacen más accesible su comprensión. Ciertamente, esta es la parte más importante ya que se ha comprobado que la primera es fácilmente sustituible por otras más sencillas y limitadas. Incluso se ha llegado a eliminar el contacto en algunas ocasiones, pudiendo ser controlado por diferentes estímulos sensoriales y, en casos más aislados, directamente neuronales.

Me refería anteriormente a la existencia de dos accesorios periféricos: uno de ellos es fundamental, puesto que se encarga de suministrar la energía que necesita el aparato, actuando como intermediario entre la fuente y éste. El otro es opcional, pero facilita el manejo, recurriendo a un sensor óptico que registra su movimiento y dos dispositivos mecánicos que sirven para iniciar procesos en la máquina principal.

Por supuesto, estoy hablando de mi ordenador portátil.

Diego Tomé Merchán

domingo, 14 de diciembre de 2014

Impredecible

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

Impredecible.

La compañera inseparable que nunca falla.

Es elegante y equilibrada, de color escarlata y dorada, fue un regalo inesperado que se convertiría en algo especial. Desde que la vi en su estuche se convirtió en una compañera inestimable, testaruda y sincera sabe cómo impresionar, aunque sea yo quien la dirija siempre tiene mil ideas más, me hace continuar y seguir siempre adelante cuando me falta inspiración. Ha sido testigo de mis mejores ideas, aventuras y secretos, siempre escritos y en papel.

Ha pasado el tiempo y ya nunca está en su estuche sino al alcance de mi mano para cuando me inspiro y la necesito, para cuando no puedo evitar hacer nada más que escribir.

’’Mi pluma’’

 Asys

Prisión

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Práctica 4: Describe un objeto cotidiano.

Plasmación.

Engranaje de danzas sonoras que encierran el alma de la música bajo la cadencia de delicadas manchas de tinta.

Engañaría si dijera que se trata de un simple papel. Allí residen los sueños y las frustraciones, intentos de cautiverio de la estética y horas de inspiración tras una botella de alcohol barato. Su lenguaje es mecánico y complejo, pero plástico y de pureza austera. Allí se impronta el alma y los deseos, se erizan las venas y palpitan las vísceras, se cincela  lo abstracto y se ritualiza el milenario cautiverio al sonido. Rememora las épocas, los desenfrenos, la locura y hasta lo intangible. Allí se traza el tímpano de la historia y se cobija a los genios que otrora fueron dementes o inadaptados. Cada pincelada encadena una armoniosa sucesión de ritmos frenéticos donde se articula la ejecución sincrónica de los intérpretes. Si la música es el motor de la vida, el pentagrama es la prisión de su trascendente inmortalidad.

 Héctor Puente Bienvenido

Felicidad cotidiana

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 Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

-Blancura.

-En medio de esta confusión te abrazo fuerte. aspiro hondo, y descubro mi propio olor, el de tantas noches compartidas.

Te has convertido en mi momento favorito del día. Soportar las interminables horas de trabajo, tener una buena cara siempre a mano para ponérmela antes de que entren los clientes, verme arrastrado por el traqueteo del metro de una punta a otra de la ciudad… Todo el cansancio acumulado amenaza con hacer que me derrumbe, pero ahí estás tú cada noche, esperándome al borde de la cama, y puedo ver que deseas con cada fibra hacerme olvidar todas mis miserias y llevarme muy lejos…

Estoy tentado de desplomarme sobre ti y meterme en la cama así, sin quitarme la ropa, pero creo que no es muy buena idea. Salgo de la habitación sin mirar atrás porque tengo la sospecha de que si te doy unos segundos más conseguirás hacerme cambiar de opinión. Y de verdad creo que necesito una ducha.

Vuelvo con el pijama ya puesto y, esta vez sí, me deslizo en las sábanas y aprieto la mejilla contra tu lisa superficie. Observo en la penumbra las marcas que va dejando mi pelo mojado, apenas sombras húmedas entre esa blancura que es tan tuya.  Siento que mi cuerpo se va relajando, que sucumbo a tu encanto, y solo un último pensamiento queda flotando en mi mente antes de que me venza el sueño: Si pudiera, me casaba con mi almohada.

Ainara

El mito de la caverna.

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Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

Flores.

Luz a través de un papel.

Llevaba tanto tiempo secuestrada en el invierno de mi vida que había perdido la noción de lo que era verdad y lo que no.

Pero supongo que tenías razón. No faltaba mucho para que los días comenzaran a ser más largos, y para que la luz perezosa del sol resbalara por mi ventana. Me dijiste que esperarías hasta que se fuera esta ola de frío ciego para poder sacarme de casa con un vestido de vuelo ceñido a la cintura.

Aún recuerdo el día en que colocaste las cortinas contra mi cristal. Todo estaba helado y yo no tenía fuerzas ni para sacar los pies de entre las sábanas, pero me prometiste que a partir de entonces todo sería diferente. Que solo tendría que mirar las cortinas de flores para recordar que, en algún futuro no muy lejano, volvería a oír los graznidos de los pájaros, y los campos coloreados no serían solo los de tela blanco roto.

No sé cuántas primaveras han pasado sin que aparecieras para descorrer las cortinas. He olvidado lo que hay detrás de ellas, lo que es mirar más allá de ese patrón de pétalos de colores. No sé ni que no sé nada, porque soy solo un sofista encerrado en la caverna, esperando al Platón que venga a rescatarme.

No puedo decir cuándo vendrás a por mí porque ya no sé ni lo que es la primavera. Yo solo me sé el patrón de las falsas flores que me dejaste.

Julia Concepción Gutiérrez.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Guardiana

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Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

Guardiana.

El ojo que todo lo ve y que juzga si eres digno o no de que franquee el paso, hosco y voraz del único plato que quiere digerir.

Su color era dorado, de eso no había duda, aunque luciese infinidad de rallazos y muescas fruto de noches etílicas y visitas poco cuidadosas. Pero si su exterior era de oro, su interior era negro y oscuro, un mecanismo incognoscible que juzgaba la valía de quien estaba ante ella. Digno, no digno, así de sencillos éramos todos a su ojo. No le importaban las razones, no le importaba lo que cargáramos en nuestras almas y nuestras mentes, sólo éramos dignos o indignos. Un mundo de blancos y negros de una claridad meridiana, envidiable para aquellos que tenemos que lidiar con los grises de la vida cotidiana. Y yo, oscuro y desdichado, no era suficiente para que me cediese el paso a los anhelados bienes que guardaba.

Objeto: una cerradura. 

 Costán Sequeiros Bruna

martes, 9 de diciembre de 2014

El punto sobre la y

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Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

Palabra: Simetría

Frase: Aquello que se acaba y a la vez comienza

Párrafo: Aquel artilugio, aquel engranaje era el punto de estabilidad, de continuidad, de permanencia que las gentes utilizaban para la vida mundana. No era solo un objeto, era como un marco de rutina organizada que les guiaba en el tiempo sin errores. Su precisión era digna de elogio aunque ninguno lo apreciara. Sin notarlo eran víctimas de las reglas que direccionaba aquel mecanismo complejo, a la vez que les proporcionaba la seguridad que ansiaban. Su función garantizaba la propia subsistencia del susodicho, creando esa perdurabilidad que parecía imposible quebrantar. Allá donde uno mirase encontraba dicho valor tan solo perceptible para el mundo humano. Una mujer en un supermercado, un hombre enervado en un atasco, una niña volviendo a su hogar del colegio, una anciana cocinando para el almuerzo… Todo aquello interrelacionado en una misma cosa. En un mundo donde el futuro impredecible crea pavor entre los hombres, donde la ignorancia crea incertidumbre, donde angustia la incomprensión, donde nada es claro  y todo abstracto, donde ni la misma palabra es solida… Allí entra en vigor el orden que nos proporciona este aparato, tomando las formas y prácticas que se antojen, otorga la estabilidad en la vida. Así es, otorga la capacidad de medir el tiempo, son las seis y…son las seis por lo que no hay cabida a otra suposición, ni son las cuatro ni son las siete, ¡son las seis!

-El reloj-

Cristina Torres

Un viejo amigo

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Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

Hombrecillo

El habitante amarillo de todos los palacios que hice y deshice en mi niñez.

El pequeño astronauta amarillo me miraba desde su cajita en lo alto de la estantería. Sus manos de pinza sujetaban la pistola de plástico transparente verde con una fuerza inusitada. Sus ojos apenas se veían tras el visor, pero mi niño interno sabía que sonreía bajo su casco.
Puede que sus colores se hubiesen gastado con el tiempo, y que la mano que nunca sujetaba la pistola pudiera caerse si se le movía un poco el brazo.. Puede las piernas chirríen si finge que salta. Puede que yo, al igual que el, seamos demasiado viejos. Pero el es mi astronauta y solo mirarle me transporta a tardes de Otoño soleadas, el olor de la alfombra del salón y todas las cosas que fue.
Recuerdo sus aventuras al planeta de los piratas, donde ninguna chalupa podía correr mas que su aero-moto y el cofre del tesoro estaba lleno de Plutonio (imprescindible para que pudiese volver a casa en su nave espacial). También se enamoró de una reina, el protegía su castillo de piratas y caballeros negros; el usaba super-ciencia y ella su varita mágica y al dragón verde.
Las aventuras desfilan a toda velocidad cuando vuelvo a verle en su caja de cerillas reconvertida en camita (porque no podía dormir sobre las duras piezas de plástico) y siento la culpa de verle ahí, cogiendo polvo y viéndome envejecer. Me siento culpable porque sé que no volveré a jugar con el, pero no me atrevo a dárselo a ningún niño, porqué no se que harán con el y no puedo imaginármelo sin su mano o pintarrajeado con algún rotulador olvidado por una madre. Pero no puedo quitarle de esa camita en mi estantería, regalar las piezas y a todos sus amigos ya fue demasiado, no quiero pensar donde estará ahora toda la pandilla.
El tiempo pasa y el pequeño astronauta sigue en su cama. Sigue porque existe una promesa: Un día mi hijo te querrá como yo lo hice.




Jarl

                        

domingo, 7 de diciembre de 2014

Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

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Práctica 4; Describe un objeto cotidiano.

Una Palabra; Euforia.

Una Frase; Es un sentimiento indescriptible el que me embarga al sentir el cuero en mis manos.


Un Párrafo; El viento fluía a través de la ventanilla, sacudiendo mis cabellos, embargándome con la sensación de velocidad. No era el más veloz, ni el más ágil, ni el más potente, pero su cuerpo aerodinámico cortaba el aire como un cuchillo. ¿Cómo describirlo si nunca lo has sentido? ¿Si nunca has percibido las imperfecciones del firme a través de los neumáticos? ¿Si nunca te has encontrado en ese efímero instante entre el control y la pérdida del mismo? ¿Si tu corazón no ha empezado a latir con fuerza al sentir la tracción? ¿Si el rugido de su corazón no te ha arrancado nunca un escalofrío? ¿Cómo describirlo cuando tus labios nunca se han partido en una sonrisa, en un grito de júbilo, al emerger victorioso de una arriesgada maniobra como una sola unidad? ¿Un ente? ¿Dos cuerpos y un solo espíritu? No, no puedo. Puedo hablarte de su belleza, de su majestuosidad. Puedo hablarte de potencia en Cvs, de prestaciones y de pesos. De equilibrios, aceites y de gastos constantes. Lo que no puedo es describirte lo que siento cada vez que pongo mis manos sobre el volante, porque para eso, tienes que sentirlo. Para muchos es un simple coche. Para mí es mucho más.

DNH

jueves, 4 de diciembre de 2014

Primera reunión

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*EDITADO*

¡Nuestro Taller de Escritura Creativa se reúne este viernes!
Si te interesa el taller, o conoces a alguien que le interese,
la reunión se hará el VIERNES 12 de 16.00 a 18.00 horas, en el salón Mª LUZ NÁJERA en el sótano de la facultad de Políticas y Sociología (Somosaguas).

*FIN DE EDITADO*

Como ya ha pasado algo más de un mes, muchos de vosotros habéis preguntado con mucha razón que cuándo se realizará la reunión en persona del taller, (a primera sin contar la de la presentación).

Nos gustaría poder elegir el día entre todos, para ello utilizaremos  esta misma entrada.

El encuentro se realizará por la tarde, a elegir entre los siguientes días:

  • ·          Miércoles 10 de diciembre.
  • ·         Jueves 11 de diciembre.
  • ·         Viernes 12 de diciembre.
  • ·         Lunes 15 de diciembre. (A partir de las 18.00)
  • ·         Martes 16 de diciembre.
  • ·         Miércoles 17 de diciembre.
  • ·        Retrasarlo a enero.


Escribid un mensaje en esta entrada con vuestro pseudónimo del taller y las fechas que preferís para el mismo. Se elegirá siempre beneficiando al mayor número de personas. Podéis elegir varias fechas.
La reunión tendrá el siguiente orden:

  • o   Debate sobre cómo está funcionando el taller.
  • o   Actividad y corrección de la misma.
  • o   Preguntas y sugerencias.


Podrá participar todo aquel que esté realizando el taller o cualquier persona interesada en el mismo.

En principio la reunión se hará en la Facultad de CC.PP y Sociología, en el campus de Somosaguas puesto que las infraestructuras que nos ofrece la facultad son idóneas y el inicio de todo esto fue allí. En caso de haber muchas dificultades se puede plantear hacerlo en otro lugar, pero lo más importante ahora es la fecha.

Las fechas se cerrarán el lunes 8 de diciembre.

¡¡¡Recuerda también que estas reuniones no son obligatorias por ser un curso online!!! Pero sí son interesantes para los que puedan ir,

miércoles, 3 de diciembre de 2014

23 de Octubre

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Práctica 3; La importancia de los personajes y sus puntos de vista

Adrian. 23 de Octubre

Bajo la verja  que separa el escaparate de la pastelería de la calle y pongo el candado. Es viernes y me toca cerrar la tienda, como de costumbre.

Miro mi móvil. Son casi las diez y media, por lo que antes de ir hasta el árbol y desenroscas la bicicleta le escribo un whats app a Meri avisando que salgo ya hacia su casa. Antes de poder enviarlo el teléfono comienza a sonar, es Oscar.

-¿Qué pasa tio? Me pillas cerrando la tienda.

- Eres un prigao. ¿Te unirás hoy a la fiesta?

-Hoy no, ya había quedado en ir a casa de Meri. Que sus padres hoy no van a estar.

-Abandonas a tus amigos por tu novia. ¡Que feo me parece! Jajaja Bueno ¿Y mañana? Roberto y yo iremos de caza por la zona de las discotecas pijas del centro.

-Puf, la verdad es que no sé qué decirte.

-No me seas plasta, que sabes que te encanta.

-Jajajaja. Vaale, contad conmigo. Por la tarde te llamo para ver hora y tal.

-Ok y adew. ¡Disfruta del polvo!

Me medio río mientras cuelgo el móvil; mando el mensaje que había dejado a medias. Lo uso como linterna para abrir la cadena, malditas farolas rotas, finalmente me lo guardo en la mochila.

 Una vez sacada la bici, me pongo el chaleco reflectante y me dirijo a buena velocidad hacia el primer cruce que hace la calle a unos pocos metros frente a mí, no veo aparecer el coche… Lo último que siento es una sensación de volar.

Agente Ruiz. 23 de Octubre

-¿Qué dicen desde la central? Este tipo de noches son una auténtica mierda- Digo mientras me acerco a Teresa  que está hablando por la radio del coche.

-No dicen nada nuevo, que llevemos a la chica a comisaría para la declaración formal y que nos aseguremos de donde van a llevar los de la ambulancia el cuerpo del chico ¿La chica dice algo nuevo?


-Nada, la pobre está en shock. Esto la va a cambiar la vida, y tiene 20 años. Según parece el chaval salió de ninguna parte, fue imposible que le viera.- Digo mientras miro a la joven sentada en la ambulancia tapada con una manta y que ahora está hablando con el técnico de apoyo que vino con la ambulancia.

-Es que estas farolas han estado rotas desde principios de semana, se le va a caer el pelo al alcalde por no haberlas arreglado.

“Se excusarán en que el chaval no llevaba ni chaleco ni nada “Esto último sólo lo pienso, no quiero decirlo en alto porque es demasiado deprimente. Me cabrea que las negligencias terminen afectando hasta tal punto a la gente. Miro otra ve a la chica que ahora se ha vuelto a llorar, será una carga que nunca podrá quitarse de encima.


Lucía. 23 de Octubre

No puedo evitarlo y vuelo a ponerme a llorar. Estoy tan feliz y nerviosa a la vez… No me creía capaz de hacerlo… Todo ha salido según lo planeado.

Miro rápidamente al contenedor de basura donde he dejado el chaleco del hijo de puta, oculto bajo algunas bolsas de basura. Parece que de momento la policía no sospecha nada.

1 de 3, esta vez seré yo la que divierta cazando.

 Amaranth

martes, 2 de diciembre de 2014

Musicallejero

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Práctica 3; La importancia de los personajes y sus puntos de vista

Músico

Cualquiera podría decir que un día como hoy sería un día perfecto para un músico callejero. Sábado. El sol de calienta tímidamente las calles después de una semana de lluvia. La gente pasea ociosa, fichando posibles regalos para Navidad. Con un poco de suerte, con unas monedas sueltas en el bolsillo para soltar en la funda de un acordeón que suena alegre,  intentando llamar su atención.

No ha quedado demasiado de esa suerte, de momento, porque la funda de mi acordeón sigue abierto como una boca hambrienta, con unos pocos céntimos que relucen tristemente en el fondo.

Veo siluetas pasar delante de mí sin detenerse. Cuando eso ocurre, suelo cerrar los ojos y concentrarme en el ritmo de las pisadas, dejando que mis dedos hagan mecánicamente su trabajo sobre las teclas ya gastadas del uso.

Unas figuras se paran frente a mí, tapándome la luz del sol. Eso me molesta un poco, pero me daré por bien pagado si dejan caer algo en la funda. Abro los ojos y un chico y una chica están plantados ahí delante. Él, los ojos fijos en el acordeón. Ella, mirándolo de reojo y arrebujándose en una chaqueta demasiado grande para ella. Bonita estampa, sin duda, pero ninguno mete la mano en el bolsillo. Pruebo  a hacer una pausa unos segundos más larga y a volver a tocar con fuerza después, ya en los últimos compases, y lanzo una sonrisa al chico que me mira casi sin pestañear. El chico me la devuelve, me imagino que se ha sentido cómplice del juego, pero sigue sin soltar nada. Un asco, pero el trabajo es el trabajo y no dejo que mi decepción desbarate la sonrisa que tiene que acompañar al final de las canciones.

Dejo que las últimas notas suenen despacio hasta apagarse y dejo el acordeón sobre las rodillas. Mi pequeño público parece despertarse y se pone en movimiento perezosamente. El chico da una cabezada en mi dirección (de agradecimiento, imagino) y echa a andar arrastrando los pies. La chica da un tímido aplauso y lo sigue mansamente calle abajo.

Echo un vistazo a la funda de mi acordeón. 1€. 25 céntimos. Algo es algo. Menos da una piedra, incluso en una mañana de sábado.

Julián

Ya son las 12 y diez. Vamos 10 minutos tarde y aún no hemos llegado. El resto estará que trina. Si Marta no andara tan despacio… pero claro, ¿cómo va a hacerlo con esos tacones que se ha puesto? ¿A quién se le ocurre? Dice que qué se va a poner si no con un vestido. Pues cualquier cosa que no la haga tiritar. Pero no. Se ha puesto un vestido, se ha quedado helada y le he tenido que dejar mi chaqueta, aunque le quede gigantesca.  Al final  la pinta que tiene me hace reír y se me olvida que vamos tarde.

Escucho sonar un acordeón y me quedo clavado en el sitio.  Suena la vie en rose, una de las canciones más interpretadas… y siempre me parece preciosa como el primer día. Empiezo a seguir el ritmo con el pie derecho, y mis pensamientos vuelan lejos. Recuerdo el día que Elena me contó la historia de Edith Piaf, una de las más tristes que se han inventado, pero en sus labios sonaba como una de esas tragedias que convierten a sus protagonistas en leyendas. Casi todo lo que pasaba por sus labios sonaba así. Pero bueno, eso fue antes de que decidiera largarse con ese gilipollas de las rastas. Seguro que con él no escucha la vie en rose.

El acordeonista hace una pausa y me sonríe. Parece que ha adivinado mis pensamientos. Un segundo más de inmovilidad y hace sonar el final de la canción dulce, con un sabor que recuerdo demasiado bien. Todo esto empieza a doler demasiado, así que dirijo una cabezada agradecida al acordeonista (siempre he pensado que ellos agradecen mucho más tener un público atento a que les lancen unas frías monedas por compasión)y echo a andar sin mirar atrás. Es tarde, después de todo.

Marta

Quién me mandaría ponerme estos tacones. Tengo que maniobrar con cuidado, estirando las piernas como estuve practicando con las chicas, pero no es tan fácil sobre los adoquines. Aunque ha valido la pena ponerme el vestidito y pasar un poco de frío, porque Julián se ha ofrecido a dejarme la chaqueta. Huele increíble.

Voy caminando a su lado intentando no quedarme atrás, y suspiro de alivio cuando lo veo pararse delante de un músico callejero. Toca un acordeón viejo, pero Julián parece que se ha quedado hipnotizado. Conozco esa mirada, se ha ido muy lejos, con la música. Observo cómo sigue el ritmo con el pie. Perfectamente acompasado. Seguro que también baila divinamente. Pero cualquiera sabe cómo se baila esto.


Antes de que me dé cuenta la canción ha acabado. Ha habido un cruce de sonrisas entre Julián y el acordeonista y voy a ponerme a aplaudir. Pero espera, la canción no ha acabado. Escondo las manos en las mangas rezando porque nadie me haya visto. Las últimas notas suenan alegremente y el músico se pone el acordeón en las rodillas. Ahora sí que se ha acabado. Aplaudo suavemente mientras Julián asiente en dirección al acordeonista y empieza a andar de nuevo. Más me vale apretar el paso si no quiero quedarme atrás.

Ainara

Olor a lumbre y a manzana.

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Práctica 3; La importancia de los personajes y sus puntos de vista 


Querido diario,

Sigo extrañando mucho al pequeño Luis, a mi esposo y a mis compañeras de la parroquia. El olor de mi pequeño y el aterciopelado tacto de su cabello húmedo recién salido de la ducha. Ya ha pasado un mes, y aún convivo con ellas, lo único que me mantiene con fuerzas es la protección del Señor y el consuelo de las deliciosas tartaletas de manzana; calentitas, humeantes y recién hechas.

Aunque que sufro, todavía intentando comprender a mis compañeras de estancia, pues estoy convencida de que se trata de una prueba, una ardua y laboriosa tarea por la que he de sufrir y expiar mis pecados, los caminos del Señor son inescrutables. A veces las maldigo, por lascivas y porque me hacen la vida imposible cada minuto y cada hora, pero pese a todo, rezo por ellas  y por la salvación de sus almas. Hoy se han burlado de mí, me han insultado y han firmado los documentos del reparto de las asignaciones en mi nombre, quieren hacerme sentir loca.

Esta mañana, mientras contemplaba arder la lumbre la doctora Fresneda me ha citado en su consulta.

     — ¿Cómo se encuentra hoy Marisa?
   — Doctora, quiero volver ya a casa, ocuparme de mis labores y de mi marido. Noto      mucho mejor el corazón y hace ya varias semanas que no percibo taquicardias ni    arritmias.  ¿Cuándo me dará el alta? He rezado al rosario porque me diga que hoy salgo de aquí, la semana que viene será la procesión del Cristo redentor y he de acudir sin falta.




Querido diario,

Hoy he sido hospitalizada por fractura de clavícula. Mario me ha acercado en coche a urgencias, prometiendo volver pronto, pero aún no ha dado señales de vida. He tratado de buscar un reloj, pero no he encontrado ninguno y el personal sanitario es algo reacio a decirme la hora. El olor a madera quemada me produce dolor de cabeza, pero preparan una tarta de manzana decente, algo chamuscada por encima, pero aceptable después de todo. Tengo dos compañeras de habitación, una fanática religiosa y una excéntrica de aspecto raro que amenaza con realizarse algunos cortes si no la sacan pronto de allí. Extrañamente me parecen demasiado familiares.
Esta mañana me ha citado Lucía, la doctora.

— Señorita Fernández ¿cómo se encuentra esta mañana?
— Muy bien, muchas gracias doctora. ¿Le puedo consultar algo?  Me gustaría saber si puedo llamar a mi marido, iba a volver a por mí, pero temo que se haya perdido por el camino. Además, ¿cuándo me darán el alta?, imagino que tendré que guardar reposo pero debería avisar en el trabajo.
—No se preocupe. Por ahora lo primero es su salud, y aunque su clavícula esté bien, tenemos otros problemas más acuciantes. Sea paciente y disfrute de su estancia aquí. He oído que le gusta leer, disponemos de una fabulosa biblioteca mientras se recupera.




Querido diario,

Aún permanezco presa de la demencia y de la locura.  Los pensamientos acerca del suicidio aún rondan en mi cabeza. La situación se ha vuelto completamente insostenible. Odio la medicación, el olor a lumbre y las tartaletas de manzana que prepara la cuidadora. Alejarme de los ritmos frenéticos de la ciudad no ha hecho más que empeorar la situación. Si no salgo pronto de aquí me cortaré las venas.

Odio a esa furcia puritana y a esa resabida “de los libros”. Un día las mataré, si no lo hago conmigo antes. Dicen que estoy enferma mental, pero yo sé que no estoy loca, simplemente soy más perceptiva que los demás. Me engañan y me atiborran a pastillas para drogarme y volverme más dócil y majareta.

Hoy la estúpida de la doctora Lucía Fresneda me ha hecho acudir a su consulta.

— ¿Cómo se encuentra hoy?

— No pienso hablar más con usted. Sé que no soy normal, pero ustedes quieren convertirme en una yonki adicta a sus mierdas. No volveré a tomarme ninguna pastilla más, antes me corto las venas.

— Bueno, comprendo. Estás alterada. Reposa un rato y luego hablaremos con más calma Marisa.

Al salir de la habitación contemplé reflejado en el espejo el documento que sostenía la doctora, rezaba lo siguiente: “Paciente Marisa Fernández, trastorno múltiple de personalidad”.


Héctor Puente Bienvenido