domingo, 26 de octubre de 2014
Crimen en el Aula
Práctica 1; Escribe sobre lo que conoces. Ámbito académico.
Yo no quería hacerlo.
No es lo mío apropiarme de lo ajeno. Pero él estaba tan sólo y yo era tan
vulnerable… El reloj del aula marcaba a las tres de la tarde. Faltaban pocos
minutos para que mis compañeros volviesen a clase. Dudaba si hacerlo o no,
estaba en juego mi moral. Pero al fin y al cabo no había nadie que me vigilara.
Debo reconocer que no me arrepiento de lo que hice. Aún me caen lágrimas de
placer cuando lo recuerdo. Sé valiente me dije y lo fui. Valió la pena mi delito:
el bocata de jamón ibérico de Juan Luis estaba buenísimo.
Paz Salas
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El juego me ha gustado, con las dudas entre pecado, riesgo y el giro final con el bocata. Es sin duda, además, un relato que encaja bien con el ejercicio que se había planteado.
ResponderEliminarSin embargo, a mi se me hizo muy breve. Pasan demasiadas cosas y dudas, demasidos elementos que podrían haber dado mucho más juego, que sin embargo van sucediéndose a toda velocidad. A penas tenemos un momento para darnos cuenta que se acaba el tiempo, que tiene dudas, que no se arrepiente y que era un bocata.
Ah, un detalle que se me olvidaba y que creo que es interesante comentar, y es que el giro final es un tanto previsible. Al fin y al cabo, que realmente hubiese un crimen de calado en la universidad, y más tan cerca del regreso de los compañeros, habría sido muy poco creíble. Y, esto me parece una cosa muy curiosa, porque si bien el giro es previsible, esto refuerza la historia en vez de debilitarla, le da una solidez y una consistencia que se hubiera roto si se hubiese optado por un giro más fuerte (como que robase el ordenador del aula o algo así). Así que me ha resultado sorprendenemente interesante este giro y como encaja con todo lo demás. :)
ResponderEliminarEs un texto demasiado corto, pero es normal ya que el argumento no daba para demasiado mas. Creo que podrías haberlo solucionado dando un segundo giro al texto: hay una cuchilla en el bocadillo, su novia aparece dandose el lote con el dueño del bocadillo, él es el profesor de ética... cualquier cosa para que el suceso casi esperado tenga un segundo punto de sorpresa para ganarse la sonrisa del lector.
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