miércoles, 15 de abril de 2015
Práctica 9; Microrrelato
Práctica 9; Microrrelato
Decir que le encantaba
el chocolate sería un eufemismo. Lo idolatraba, era su punto débil. Desde que
de niña se escondiera en la despensa para picotear las tabletas sin ser
descubierta no había parado de comerlo, de degustarlo, de devorarlo. Qué dulce.
Y qué fácil iba a ser matarla.
#1 Menos de 50 palabras
La norma más importante
del pueblo era que no debíamos acercarnos al pantano. Cada vez que alguien se
aventuraba, ocurrían cosas malas. Los niños desaparecían, los
adolescentes valentones que intentaban impresionar a sus novias acababan
ahogados e incluso las patrullas de vigilancia, que intentaban evitar esas
catástrofes, sucumbían de vez en cuando a pesar de las precauciones. Después de
una desgracia, el agua de los grifos parecía vino rosado, el abrevadero se
teñía de rojo y con él los hocicos de los animales y el agua con el que se
regaban las cosechas impregnaba el trigo de los campos.
Si aún no sabes por qué
sé todas estas cosas, no te acerques al pantano: yo soy la causa de todas.
#2 Golpe de efecto al final y menos de 160 palabras
Tenía la mala costumbre de olvidar.
Olvidaba lo mucho que le echaba de menos y dónde había puesto los calcetines a rayas. Olvidaba sus penas en las esquinas y olvidaba la edad de sus padres. Se olvidaba del mundo y se olvidaba de la monotonía. Se olvidaba de que tenía una camiseta que no se ponía en el fondo del cajón y se olvidaba de llamar a la abuela.
Tenía la mala costumbre de olvidar bien cogida. Le gustaba olvidar, como hacen los peces, así era todo más divertido, distinto. Su filosofía era sencilla, si lo olvidaba es que no era muy importante.
Olvidaba lo mucho que le echaba de menos y dónde había puesto los calcetines a rayas. Olvidaba sus penas en las esquinas y olvidaba la edad de sus padres. Se olvidaba del mundo y se olvidaba de la monotonía. Se olvidaba de que tenía una camiseta que no se ponía en el fondo del cajón y se olvidaba de llamar a la abuela.
Tenía la mala costumbre de olvidar bien cogida. Le gustaba olvidar, como hacen los peces, así era todo más divertido, distinto. Su filosofía era sencilla, si lo olvidaba es que no era muy importante.
Pero llegó un
momento en el que se olvidó de olvidar, y su teoría no funcionó más.
#3 Libre, fragmento de
una historia.
Black Maiden
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