miércoles, 15 de abril de 2015

Práctica 9; Microrrelato

No hay comentarios :
Práctica 9; Microrrelato

Era la primera vez que me adentraba en aquel lugar. Desde fuera pareció interesante, una de aquellas ruinas cubiertas de maleza y musgo, de piedras grises y retorcidas, cascotes desgastados por el viento y la lluvia y restos de alguna estatua que hacía tiempo había perdido todo contorno. Le pareció interesante. Descubrir sus secretos ocultos. Seguramente nadie se había adentrado allí en años. Una vez dentro la cosa ya no me pareció tan divertida. Era una ruina tétrica, alumbrada por antorchas perennes y llena de tumbas y cuerpos resecos por todas partes. Un ruido me hizo detener mis pasos. Un rugido húmedo y repugnante. Me giré y vi que, de una de las lápidas se estaba levantando un cuerpo repugnante de expresión dentuda y ojos refulgentes.
Grité.
Corrí escaleras arriba.
“¿Qué pasa?” me preguntó una voz a mis espaldas.
“¡UN DRAUGR!”
“¿Y estás corriendo como una puta?” se rió.
Puse el juego en pausa, me quité los cascos y le hice un mohín.

(Sin impacto/ 160 pal)



Una cartera vacía. 23 kilos de esperanza.

(Con impacto/ 50 pal)



La miré. Puse mi mano sobre su cabeza. Me lamió con su cálida lengua y, juntas, sentadas en el sofá, miramos aquel documental, aquel ruido de fondo vacío. Su sola presencia era lo único que necesitaba, aquella presencia por la que había luchado tanto. Recorrí con mis dedos la cicatriz en su tripa.
“Estamos ganando.” le dije.

 (Sin impacto/ 50 pal)

DNH

No hay comentarios :

Publicar un comentario