lunes, 10 de noviembre de 2014

Amores Incomprendidos

5 comentarios :
      Práctica 2; Mal de la hoja en blanco. Palabras aleatorias.  

                   El recuerdo de nuestra última vez inundó mis pensamientos en la oficina. Apagué el ordenador y regresé a casa en mi viejo Cadillac Piraña. Ansioso por disfrutar de sus labios reflejé convincente mi semblante en el espejo retrovisor mientras aceleraba a fondo.

                     Al llegar a casa preparé algo de té helado con melocotón y azúcar, su preferido, el ideal para superar las inclemencias de un verano sureño. Seguí paso a paso la receta de la monja Bernardette y removí enérgicamente la mezcla. Alcancé dos pajitas de la repisa y me dispuse a acudir a su encuentro. Allí se encontraba ella, sonriente y ligera, fresca y espigada, como un soplo invernal que tratara de deshacerse de las altas temperaturas tejanas.

                     Le ofrecí algo de té y alcancé la mano de Marie Cherry.

                           —­­Estás tan hermosa como siempre, pequeña.

                 Mi ardiente princesa glacial no dijo nada, tan sólo mantuvo un gesto cómplice de imperecedero deseo y lujuria. Sus ojos grisáceos y tez blanca me susurraban, como si trataran de retarme a enseñar mi cuerpo desnudo y sudoroso.

                    Rocé su entrepierna con mi mano. No llevaba ninguna clase de ropa interior. La hice mía entre poderosas embestidas y generosas cantidades de lubricante. Terminé descargando dentro y la besé. La besé tan fuerte como nunca sabiéndome amado y completamente satisfecho.  Ella, hierática y húmeda parecía encontrarse cansada.

                          —Pareces exhausta Marie Cherry. ¿Te gustaría dormir una pequeña siesta?

                Su gesto complaciente respondió afirmativamente a mi cálida invitación.  La cogí en volandas y la llevé caballerosamente a sus aposentos. Antes de despedirnos besé vigorosamente sus escarchados y jugosos labios. Allí la dejé un día más, en su tierna y acogedora cámara frigorífica mientras me conmovía contemplando su singular disparo en la cabeza. Pese a todo, seguía preciosa y helada.
Héctor Puente Bienvenido


Palabras usadas: PIRAÑA, MELOCOTÓN, DISPARO, MONJA, ENSEÑAR, RECUERDO, ORDENADOR, CONVINCENTE.

5 comentarios :

  1. Me ha gustado el giro final, estaba esperando un juego con una palmera de chocolate o algo así, pero esto está más en la línea de Poe. Los labios escarchados es una imagen especialmente adecuada, porque de pronto ya te revela todo pero, a la vez, lo hace de una forma muy gráfica e impactante. Porque, tras toda esa pasión (asociada al fuego y al calor) la aparición tan brutal del hielo rompe todo el cuadro inmediatamente, preparando el giro final con un excelente cuidado. Lo cual encaja perfectamente con la descripción de la "ardiente princesa glacial" que ya daba una pista de lo que estaba por venir, haciendo que el giro no sea nada forzado.

    Como crítica, creo que hay un salto demasiado brusco entre la larga preparación (el té, el viaje, etc.) a la escena de sexo y el giro final. Toda la escena desde el roce al cansancio post-coito pasa en un único párrafo, el mismo espacio que se dedica a la receta de su té favorito. Lo cual es un desequilibrio estructural grande, que hace que la historia se desenlace demasiado rápido, para mi gusto.

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  2. Me ha encantado. Leer esto ha sido como mirar una mecha prendida hacia un cartucho de dinamita. Vas viendo cómo se consume, sabiendo con cada vez más seguridad lo que pasará. Y al final la explosión: increíblemente satisfactoria, que da la razón al lector: "Sí, es lo que has deducido". Me encanta.

    Coincido en que quizá alargándolo un poquito más (el final más que nada) hubiera quedado mucho más homogéneo. Aun así, espectacular.

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    1. Si, completamente de acuerdo, juegas muy bien con la anticipación del lector a lo que cree/sabe que va a ocurrir, o con la sorpresa si no lo ha averiguado. Creo que Jose ha dado con un punto clave para una buena historia de giro argumental. :)

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  3. La verdad es que el giro final no me lo esperaba, ¡vaya!. Por otro lado, no me resisto a dar una opinión que tengo, y no te ofendas, porque es completamente subjetiva: creo que la descripción del deseo sexual es algo tópica y, por ello, se hace un poco repetitiva.
    ¡Enhorabuena!

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  4. Muchísimas gracias por las críticas, me ayudarán a hacerlo mejor la próxima vez :)

    Estoy 100% de acuerdo con Costán y José en que le relato ha quedado descompensado a nivel de estructura narrativa (cuando lo lees con distancia temporal, o desde fuera, se aprecia mucho mejor que los ritmos de los bloques no están bien ajustados). Me lo anoto y me lo incluyo como aspecto a trabajar.

    En cuanto a la descripción del deseo sexual mi intención era que fuera una situación cotidiana, común, repetitiva (e incluso predecible), poniendo más peso en el giro argumental final y en la introducción de pequeñas píldoras (pistas) que rompieran la descripción natural de los hechos (pequeños detalles o adjetivos que descolocan y a la vez guiaran al lector hacia un desenlace o conclusión esperable). Quizás jugué demasiado con esos factores y descuidé otros aspectos como el tratamiento de la pasión (pero vamos, si no se ha entendido es culpa mía). Más deberes a trabajar y mejorar para el siguiente.
    Un abrazo a todxs y mil gracias por dedicar un poco de vuestro tiempo a mi relato. Espero poner en práctica vuestros consejos.

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