sábado, 1 de noviembre de 2014
Row
Práctica 1; Escribe sobre lo que conoces. Ámbito académico.
Al llegar no le pareció nada del otro mundo, la clase 41
estaba llena, no porque hubiese mucha gente sino porque, como suele pasar los
primeros días, todos dejaban uno o dos sitios de sepa-ración con el de al lado.
Si, era el primer día de clase. Row tenía 20 años y empezaba
la carrera de derecho en una universidad privada. Obviamente se daba cuenta de
las miradas de reproche que le lanzaban sus compañeros de clase, no vestía
“adecuado” para el sitio en el que se encontraba, unas zapatillas lo bastante
desgastadas para que cualquiera que pudiera permitirse pagar una plaza en
aquella universidad quisiera llevar, unos pantalones un tanto caídos, una camiseta
que ya se había lavado muchas veces y una camisa desabrochada y arrugada
De mas esta decir que matricularse allí fue idea de sus
padres, siempre había pensado que no valía para estudiar, su lugar estaba con
su guitarra, sus dibujos y los libros que devoraba día a día. Seguramente
estéis pensando que Row era un chico poco sociable y algo marginal, pero no era
así, era un chico de lo más normal, que a pesar del buen pasar de sus padres,
tenía los pies en la tierra y el toque de rebeldía propio de su edad.
Se sentó al final dejando, como no, un sitio de separación
de una chica bastante... ¿Cómo podríamos describirla? No era el tipo de chica
que impresiona nada mas verla, pero aun así muy atractiva... una chica bastante
“mona” , la verdad es que no es muy importante, de hecho podríamos dejarlo en
que Row se sentó al final de la clase y punto.
Tal vez sea importante decir que la noche anterior sus
amigos habían decidido celebrar el final de las vacaciones, una noche
inolvidable pero difícil de recordar, si sois o habéis sido adolescentes entenderéis
porque había elegido la última fila, tenía un leve dolor de cabeza constante y
el Sol le molestaba en los ojos, una resaca como otra cualquiera.
La profesora de derecho romano entro en la clase unos 15
minutos tarde, y con ella apareció también un murmullo bastante molesto ¿Por
qué? bueno, si hubieseis estado en esa clase y hubieseis visto a aquella
profesora lo entenderíais. ¿Sabéis la típica profesora de manual con la que
todos hemos soñado alguna vez? pues ahí estaba y a Row le resultaba vagamente
familiar.
La clase no era mas que una introducción a la asignatura y
Row, aunque miraba a la profesora no prestaba atención a lo que estaba
diciendo, estaba absorto en sus pensamientos: ¿De qué conocía él a aquella
chica?
Mientras ella explicaba que sus clases serían totalmente
teóricas sus miradas se cruzaron y se calló por un segundo, sonrió y siguió con
su explicación sobre la dinámica de la clase.
- Vale, ¿qué acaba de pasar? ¿Son imaginaciones mías o... o
me acaba de sonreír? ¿Por qué? - Pensó Row un poco fastidiado porque el dolor
de cabeza no le dejaba pensar con claridad.
Tras una hora de explicaciones la profesora concluyó con un
- ¿Alguna duda? - como de costumbre nadie tenía ninguna pregunta que hacer y
todos fueron saliendo de la clase
Cuando Row se se disponía a marcharse oyó que la profesora decía
- Señor Reynolds, ¿podría venir un momento?-
- Ya esta, mi primera bronca por no prestar atención en
clase - Pensó
- He notado que no le interesaba mucho como afrontaremos la
asignatura este cuatrimestre - dijo muy seriamente.
- Es que... - empezó a decir Row
- Pero - Le interrumpió ella, pero esta vez sonriendo - Esta
vez no lo tendré en cuenta por lo de anoche - le guiñó un ojo y salió del aula.
...PUM!! Las lagunas de la noche anterior acababan de
desaparecer. Ya sabía porque le sonaba aquella profesora y ya sabía porque le
sonrió.
La profesora se llamaba Lucy, o por lo menos así la conocía
el, era la prima de su amigo Christofer, era su primer año como profesora y la
noche anterior ella y Drew se lo pasaron muy bien en la cama.
Drew salió del aula con una sonrisa tonta que no podía
evitar y pensando que el curso no iba a ser tan aburrido como pensaba.
Sodapop
Related Posts
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
El relato no está mal, aunque me parece que demasiado a menudo juega más con la línea de la fantasía que de lo creíble, especialmente con el final. Aunque al principio consigues un registro bastante creíble, con una descripción bastante detallada y cuidada que hace que sea fácil meterse en la historia, la descripción ausente de la chica ¿atractiva? no viene mucho a cuento, y luego la historia con la profesora quita toda la credibilidad al conjunto. No porque sea imposible, pero si porque le hubiera venido bien algo más de explicación.
ResponderEliminarAdemás, es un relato que necesita más trabajo en la forma. Al principio faltan puntos y las frases son un tanto largas, haciendo complicada la lectura. Y al final, por ejemplo, al protagonista le cambia el nombre de Row a Drew. Son detalles tontos que se corrigen fácilmente a base de releer el texto un par de días después, lo cual hace desaparecer muchos de estos despistes.
Vale, lo acabo de releer y le cambié el nombre al protagonista sin darme cuenta... que inútil jajaja
ResponderEliminarQuizás un poco idílico. Perfectamente compaginado con una mente fantasiosamente improbable. En mi opinión, tiene esa cosa genial de aquellas historias que nos inventábamos para dormir algunos como autocuentos, y al mismo tiempo esa corrección con respecto a la madurez. Me gusta.
ResponderEliminar